LA LUCHA REAL

Porque una persona decide practicar Artes marciales o deportes de contacto, ¿miedo, violencia? ¿O tal vez disciplina, seguridad, demostrarse así mismo hasta donde puede llegar?¿Valentía, vencer sus miedos?
Cuándo un practicante de deportes de contacto elige este deporte, es lógico entender que generalmente lo hace para subir a un ring y competir, es lo normal, o artes marciales que se han convertido en deportes, también es normal y lógico.
¿Pero que pasa cuando uno elige un arte marcial de los denominados reales o para la calle? ¿Porque lo hacen? Se puede entender que cuerpos de seguridad, sea cuales sea y otro tipo de colectivos, lo necesiten por su trabajo, ¿pero la gente de la calle, porque lo hacen, porque buscan algo real?
¿Acaso se mueven por ambientes peligrosos? Porque si es así,  lo mejor es salirse de ellos,  esa es la mejor defensa personal, saber donde y cuando estar para evitar problemas.
Yo lo que he visto, es que muchas veces, y creo que demasiadas se esta más interesado en obtener la acreditación de instructor, que la preparación suficiente para defenderse en un momento dado. Optener en poco tiempo el título de instructor es la motivación y para el instructor jefe el gancho para crear negocio.
Otras veces se hacen porque es un modo de vida,  una filosofía, un camino, que no te deja parar, y que cuando llegas a un punto, quieres más,,  quieres saber que  hay más allá, y así siempre avanzas.
Bruce Lee, hablo mucho sobre ser honesto contigo mismo, si te engañas a ti, estas engañando a los demás, si tu realmente no estás preparado, no puedes preparar a los demás.
La defensa personal requiere del entrenamiento,  no sólo fisico, si no  también psicológico, y de conducta, porque nuestro cuerpo ante determinadas situaciones va a ser controlado por nuestro cerebro primitivo y el sistema nervioso autónomo, quien controlará a través de sus dos polos, simpático y parasimpático, funciones endocrinas que afectarán nuestras conductas sin que nosotros podamos hacer nada.
El simpático nos prepara para la acción,, dando un subidon de adrenalina y noradrenalina,,  poniendo en marcha reacciones involuntarias de nuestro sistema nervioso primitivo,  ataque, huida o bloqueo(paralización) en los primeros segundos de un ataque súbito, no somos conscientes  de lo que hacemos, por eso es importante trabajar patrones de conducta, movimientos instintivos, de los que no seremos conscientes, pasados unos segundos el sistema nervioso parasimpático, nos va a ir devolviendo a la normalidad, es entonces cuando vamos a ser más conscientes de la situación y podremos actuar a voluntad.
Un ejemplo es el de personas que en un momento de tensión se quedan bloqueadas durante unos instantes aún estando muy preparadas, instantes que pueden ser cruciales para su supervivencia.
LA LUCHA REAL
Solemos oír hablar con tremenda facilidad de la lucha real, dejando fuera deportes de contacto, pero quien lucha en un ring o en una competición, está poniendo a prueba lo que ha aprendido, su valía, y eso es también real, pues ganará el mejor y se pegan de verdad, aunque los riesgos sean menores que un enfrentamiento con desconocidos en la calle, donde nadie va a parar la pelea.
Muchas veces los instructores hablan de la lucha callejera sin haber estado nunca implicados en ninguna, hablan de esto o lo otro no es efectivo, sin haber estado nunca un enfrentamiento, sin saber que se siente en un momento de tensión, sin saber los verdaderos peligros que se esconden en este tipo de enfrentamientos, donde lo más sucio, traicionero y peligroso, es lo normal, pues quien más perverso, tramposo, teatrero, etc..sea, más posibilidades tendrá para vencer, nos  puede dejar en el sitio sin apenas darnos cuenta utilizando cualquier cosa sin que nos percatemos.
Yo en competición no tengo experiencia, pero en situaciones reales, si, sobre ellas puedo aportar mucho, aunque he trabajado mas de 15 años de seguridad de discoteca, puedo decir que no ha sido mi mayor fuente de formación, no es así, en una puerta de discoteca no estas solo, hay un grupo de compañeros que están contigo y que es respetado por los clientes y eso psicológicamente es bueno y un punto a favor, te sientes seguro.
Donde mas he aprendido, fue desde pequeño, porque estuve  implicado en peleas callejeras, como muchos que se criaron en barrios conflictivos, donde puños americanos, barras de hierro, botellas,  navajas y otras armas estaban presentes, y puedo decir que la actitud en estas situaciones es muy diferente a todo lo que tenga que ver con un gimnasio
Varios puntos de sotura en la cabeza y cejas, algúna cicatriz en brazo y piernas han quedado marcadas en mi cuerpo...he estado más de 1000 dias, constantemente preparado para cualquier cosa...
Puedo explicar en clase muchas cosas para la defensa personal, muchos aspectos importantes que se suelen pasar por alto, y aún así, nunca estaré totalmente preparado.
Cuando se hace sparring en clase, no se puede saber como se va a comportar nuestro cuerpo ante una situación súbita a la que no estamos acostumbrados, y a lo que sumamos el respeto que se le pueda tener a un determinado perfil, grupo social, tribu o situación.
No es fácil estar preparado, nunca se está lo suficiente, hablar y enseñar lucha callejera sin saber realmente qué se siente, lo que esconde, es muy peligroso, porque la nobleza del estudiante, nada tiene que ver con la astucia y maldad de gente que está acostumbrada a peleas callejeras.
Yo con todo esto, quiero decir, que hay que dejarse de fantasías, y de verdad, sentir, que hacemos, esos fallos, esas torpezas que nos suceden en el entrenamiento, cuando hacemos sparring son signos de que tenemos que seguir trabajando, porque en la calle no sabemos a quien nos enfrentamos y las precauciones siempre serán pocas.